Rania Matar

Llevo varios días con este nombre en la cabeza. Rania investiga, a través de la fotografía, la identidad de las adolescentes de entre 10 y 18 años.

Empezó centrándose en ellas, retratándolas sólo a ellas. Cómo miran, cómo colocan su cuerpo, cómo se relacionan contigo, consigo mismas... Cada foto es un cuento.

Más tarde, Rania amplió el foco de atención y quiso entrar en sus santuarios, es decir, en sus habitaciones. Los posters y las fotos de las paredes, la ropa amontonada en cualquier parte, el peluche es el testigo de una infancia que es finita, el espejo es cómplice de lo que se quiere y se odia a ratos... y maquillaje de supermercado, esmalte de uñas colorín, collares, cartas, pegatinas y un edredón que casi nunca descansa, decorosamente, sobre la cama.

El mundo está revuelto, not me.











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