Alberto García Alix (autorretrato) |
Mitómana a ratos, #yoconfieso, conocer a una persona que está en tu ventrículo izquierdo no es algo que me apetezca de entrada. Para qué mentir, la fantasía me pone.
Era el momento de leer a Patti Smith, conviene entonarse. Disfruté viajando con ella.
En Figueres nos esperaba Alberto. Intenso, libre, generoso, gran tímido y siempre, siempre jugando. Pura vida.
El instinto se le adelanta dos o tres pasos, luego llega él..., o no.
Melancólico en sus ratos libres. El desafío lo pellizca y lo pone del revés.
Días contados. Dos telediarios. Entre tanto, levantamos un sueño.
Sostener la ilusión. Tai chi.
Donde yo vivía había una enorme pintada: “SE VEAD”, quería venderlo. No sabía escribir, pero medio se acordó de qué letras tenía que juntar para hacerlo. Dio en el clavo, sin rodeos. Fotografía que “huele y duele”.
Los carburadores. Ese gran invento.
Sostener la ilusión. Tai chi.
Donde yo vivía había una enorme pintada: “SE VEAD”, quería venderlo. No sabía escribir, pero medio se acordó de qué letras tenía que juntar para hacerlo. Dio en el clavo, sin rodeos. Fotografía que “huele y duele”.
Los carburadores. Ese gran invento.